Se lava bien el pernil, se seca y se unta con la mostaza. Aparte, se licúan bien los demás ingredientes y se pasan por un colador; con esta salsa de aliños, se baña bien el pernil. Se envuelve con papel de aluminio y se pone en la nevera durante 2 o 3 días. Se saca y se pone con su jugo en un recipiente hondo con tapa. Se debe dejar un pequeño orificio para el escape de vapor. Se lleva al horno precalentado a 400° por 1 hora. Luego se baja a 300° y se deja por 3 horas más; se va bañando con la salsa que suelta al cocer. Se saca del horno, se deja la salsa aparte. Se deja enfriar bien para que se pueda cortar con facilidad. Se sirve rociado con su salsa.
Tomado del libro Gran Cocina Colombiana, de Carlos Ordonez