Cortar la cebolla en rodajas finas, rehogar en una cacerola con la mantequilla. Regue con el agua y el vino, condimentar con sal y pimienta y dejar cocer 1 hora.
Cortar el pan en rebanadas y dorar en el horno. Organizar el pan en un plato, repartir la mitad de la porción del queso en tiras. Regue con el jugo de cebolla y esparcir el resto de queso cortado en tiras. Gratinar en el horno caliente 235 C.