Precalienta el horno a 150°c/300°f.

Toma los ajos y macéralos. Unta el pollo con la pasta de ajo y llévalo al refrigerador.

Corta las papas en rodajas de medio centímetro y la cebolla en aros.

En una refractaria previamente engrasada con mantequilla, acomoda las papas, la cebolla, una pizca de sal y pimienta. Añade otro poco de mantequilla. Luego llévalas al horno por 25 minutos.

Saca la refractaria y acomoda la pechuga. Llévala de nuevo al horno por 25 minutos. Retira, revuelve y voltea la pechuga.

Devuélvela al horno y deja por aproximadamente 20 minutos más o hasta que la piel esté dorada.

Puede agregar tomillo u orégano a la mantequilla para agregarle más sabor al pollo.
La piel va hacia abajo primero para cocinar el pollo protegiéndolo con el hueso sin exponer la piel, ya luego se voltea para darle un dorado final.